Qué hacer un fin de semana en Sevilla
Encontrar qué hacer en Sevilla en un fin de semana es fácil, fácil. Es más, lo complicado es descartar cosas porque allí hay mil planes que hacer, especialmente si te gusta la arquitectura y la historia.
Bueno, y si te gusta la fiesta, pues en Sevilla te vas a encontrar en tu salsa a todas las horas del día porque entre el tapeo, el tardeo y el copeo en las terrazas se te puede ir el finde.
Pero como esa no es la idea, vamos a recomendarte algunas visitas y planes que hacer un fin de semana en Sevilla y caer rendido a sus pies.
Vamos al lío.
Qué hacer un fin de semana en Sevilla y no morir en el intento
Empecemos por decir que Sevilla es una ciudad adictiva por lo que ir un fin de semana te va a saber a poco no, lo siguiente.
Así que ve ahorrando ya para tu siguiente escapada a Sevilla porque la habrá.
Lo mejor que puedes hacer con destinos con tanta chicha como este es construirte tu propia guía personalizada e ir tomando nota de los lugares de la ciudad que quieres visitar sí o sí.
Para eso ayúdate de un Planificador de Viaje que sea un lienzo en blanco a tu servicio.
Sabiendo esto, lo único que te queda por decidir es qué hacer en Sevilla en un fin de semana redondo, de esos en los que hay tiempo para culturizarse, pero también para soltarse un poco.
Empecemos.
Qué hacer en Sevilla un fin de semana: día 1
Si hay algo que hay que hacer en Sevilla en un fin de semana es ir al triunvirato por excelencia de la ciudad porque no tiene desperdicio; nos referimos al Archivo General de Indias, la Catedral y el Real Alcázar, que están muy cerca unos de otros.
Su palmarés es impresionante: los tres son Patrimonio de la Humanidad desde 1987 y en 2010 la UNESCO los declaró también Bien de Valor Universal Excepcional. Casi na, miarma.
Como el tiempo en un finde es bastante limitado, por esta vez y solo por esta vez, si tienes que escoger entrar a uno de ellos, que sea el Real Alcázar.
Sí, ya, suena a crimen pero no te va a decepcionar y así tienes tiempo para verlo con calma, perderte por sus estancias y hasta adentrarte en el laberinto de sus jardines, que te teletransportan a otra época.
Y oye, la Catedral con su imponente Giralda y el Archivo General de Indias son preciosos también por fuera. Súmalos a tu wish list en el Planificador de Viaje para la próxima ocasión.
Eso sí, decidas lo que decidas, compra la entrada con antelación para ahorrarte sorpresitas.
Y ya que estás ahí, sea la hora que sea, las pintan calvas para tomar algo desde la azotea del Hotel Doña María; las vistas de la Catedral, La giralda y alrededores valen mucho la pena.
Como habrás hecho hambre, por la zona hay infinitos bares donde ponerte hasta arriba de tapas de todo tipo; cuidadín con las cañas que las acompañan, que te queda mucho día por delante.
Para la segunda mitad de la jornada, nada como perderte por las emblemáticas vías del centro como la calles Sierpes y Tetuán; hay muchas franquicias −cómo no−, pero también comercios con mucha solera sin los que no se entendería la esencia de la ciudad.
Y de ahí al Hotel Alfonso XII a tomar el aperitivo; es un hotel de lujo en el que alojarse cuesta un riñón pero un vermú o un cóctel es asequible y el edificio es de infarto.
Y de ahí, una ruta por los clásicos del tapeo sevillano que no te haya dado tiempo al mediodía: El Rinconcillo, Casa Morales y la Bodeguita Romero son tres que tienes que probar.
Después de cenar, si te queda cuerpo para algo, acércate al barrio de Triana a uno de esos locales que destilan arte andaluz por los cuatro costados y tómate la última.
Y quizás arrancarte a bailar, por qué no.
Qué hacer en Sevilla un fin de semana: día 2
Como el primer día − sábado sabadete− habrá sido cañero y estarás con más cansancio, lo vamos a aligerar un poco.
Empezar el día con unas tostadas de pringá siempre ayuda y en el Barrio de Triana hay unos cuantos sitios donde lanzarse sobre ellas. Y además ya estás en el punto de partida del segundo día de tu finde en Sevilla.
El Barrio de Triana tiene lo que se llama duende a raudales. Es ese no sé qué: como carisma, pero con mucho sabor andaluz.
Si eres amante de la cerámica, entrar en el Centro Cerámica Triana te merecerá la pena. Si no, dar un paseo por el barrio y comprar unos cuencos, platos o azulejos típicos es una manera perfecta de comprender los orígenes del barrio. Y de hacerte con unos souvenirs, claro.
Y de ahí toca cruzar el Guadalquivir para llegar a la Torre del Oro. Ve aprendiéndote la canción para una máxima sevillanización: Arenal de Sevilla y olé, Torre del Oro…
La vidilla de la ribera del río es puro Sevilla. Aquí es donde te haces LA foto: en el Guadalquivir y con la Torre del Oro detrás.
Y otra foto obligatoria que hay que hacer en un fin de semana por Sevilla es en la Plaza de España junto al lugar de tu provincia.
Esta enorme y engalanada plaza se construyó para la Expo de 1.929 y desde entonces ha servido para rodar películas tan variopintas como Star Wars: el Ataque de los Clones o Lawrence de Arabia.
Ya que estás aquí, adéntrate en el Parque de María Luisa, que están juntitos y es precioso.
Si puedes, coge una bici, que en Sevilla es muy fácil alquilarlas, y recorre el parque antes de dirigirte a tu siguiente parada… Comer, que no todo va a ser ver cosas.
Una vez más, tapea, por favor, que en Sevilla se hace como en ningún lugar del mundo mundial y el fin de semana va tocando a su fin.
Para rematar el día y el fin de semana, una ruta por la Judería de Sevilla te enamora de la ciudad todavía más.
La Judería sevillana era la más poblada del reinado de Fernando III de Castilla junto a la de Toledo y ahora mismo ocupa el Barrio de Santa Cruz (que es donde está la Catedral) y el de San Bartolomé.
Patear sus serpenteantes callecitas fijándote en sus casas, fachadas y puertas es algo imprescindible que hacer en un fin de semana en Sevilla; dos paradas importantes son Santa María la Blanca y San Bartolomé, que eran sinagogas antiguamente.
Impresiona pensar que hay templos que pasaron de ser mezquita a sinagoga y ahora son iglesias católicas. Eso es tener historia y lo demás son tonterías.
Aquí acaba este periplo por cosas que hacer en Sevilla en un fin de semana de desconexión a la par que lleno de intensidad.
Pero, oye, que en esto mandas tú y ya se sabe que viajar también es volar la mente, dejarse llevar y abrirle un hueco a la improvisación para que sucedan cosas dignas de un Diario de Viaje con mucha chispa.
