París, la ciudad del amor: 8 motivos para dejarte conquistar

«París, la ciudad del amor».

Seguro que has oído miles de veces y oye, un título muy bien merecido que es.

Te advertimos desde ya que esta semana nos hemos puesto en plan romanticones para traerte este lugar donde el love is in the air a cada paso que das.

En París allá donde mires te encuentras un montón de parejitas de todas las edades paseando por sus calles, relajándose en sus jardines o celebrando el amor con una buena cena.

Y todo esto sin necesidad de que sea San Valentín, ¿eh?

Así que saca tu lado más tierno porque lo que viene ahora son un puñado de buenas razones para que celebres el amor en París con quien tú quieras.

Comenzamos, corazones:

#1 Por la Torre Eiffel

Es que si no empezamos por aquí, mal vamos.

Puede parecer que esta torre de hierro tiene poco de romántico, pero conforme te vayas acercando verás que nunca falta una pareja inmortalizando un «momento beso» delante del monumento.

También es verdad que la iluminación del lugar hace que el ambiente se llene de una magia muy especial y pasear por allí una vez caída la noche sea todo un espectáculo.

La panorámica de la ciudad que se ve desde la parte alta de la torre es una estampa que no deberías perderte. Y si viajas con un presupuesto holgado (¡qué suerte la tuya!), seguro que a tu pareja le encantará una cena en el propio restaurante de la Torre Eiffel.

#2 Por el río Sena

Un río siempre es un plus en una gran ciudad. Y en París, la ciudad del amor, a ese plus le debemos añadir los paseos nocturnos en barco.

Se trata de unos cruceros que zarpan al caer la noche, coincidiendo con el momento en el que la ciudad se ilumina. Algunos de ellos también ofrecen una copa de champán francés durante la travesía o una deliciosa cena para dos para rematar el plan.

#3 Por su Templo del Amor

En París, la ciudad del amor por excelencia, no podía faltar un templo donde decirle je t’aime, mon amour las veces que hagan falta.

Se trata de una pequeña edificación construida en 1778 en la Île de Reuilly, una pequeña isla que hay en el parque Bois de Vincennes.

En el centro del templo hay una réplica de la estatua de Cupido de Bouchardon, cuyo original está expuesto en el Museo del Louvre.

Según cuentan algunos escritos, este lugar fue mandado a construir por María Antonieta, la última reina de Francia, para celebrar el amor de los monarcas (y otras cuestiones más íntimas que no vienen al caso).

Se dice, se comenta, que protagonizar un beso en el centro de este templo fortalece el amor de los protagonistas.

Ahí te lo dejamos.

#4 Porque tienen un Museo de la Vida Romántica

¿Cómo te quedas?

Aunque si lo piensas detenidamente, tiene toda la lógica del mundo.

Si sois una pareja a la que le va el romanticismo, también como estilo artístico, no podéis dejar de visitar el Musée de la Vie Romantique.

El edificio del museo es una mansión romántica construida en 1830 en el barrio de La Nouvelle Athènes en la que fuera casa del pintor Ary Scheffer.

En la planta baja se pueden ver retratos y enseres de George Sand, pseudónimo de la novelista Amantine Aurore Lucile Dupin de Dudevant, una de las escritoras más importantes del romanticismo europeo.

En el resto de las estancias puedes visitar obras del propio Ary Scheffer y otros contemporáneos en un verdadero remanso de paz.

#5 Porque tienen «El beso» de Rodin

Una de las esculturas dedicadas al amor más famosas de todos los tiempos.

Está expuesta en el museo del artista y representa el amor de Paolo y Francesca, dos personajes de La Divina Comedia, el poema de Dante Alighieri.

No es difícil imaginar que aquella historia acabó como el rosario de la aurora, pero contemplar esta escultura de mármol junto al resto de obras de Rodin bien merece una visita en pareja.

#6 Porque es muy sencillo conquistar por el estómago

Paris, la ciudad del amor, también lo es para quienes tienen verdaderos sentimientos por la comida.

La gastronomía francesa necesita de poca presentación y si a ti y a tu pareja os va el dulce vais a caer en la tentación seguro.

Croissants, macarons, crêpes, brioches… y paramos ya porque sabemos que se te está haciendo la boca agua.

Si eres de esas personas a las que les va más lo salado, no temas, que la gastronomía francesa también tiene mucho que ofrecerte.

#7 Porque tienen no uno, sino varios hoteles del amor

Seguro que no necesitas demasiada ayuda para localizarlos por Internet y hacer tu reserva para sorprender a tu pareja durante vuestro viaje a París, la ciudad del amor.

¡Ah! Una vez que tengas tu reserva confirmada acuérdate de apuntarla en tu cuaderno de viaje a París de 51Trips, a ver si al final te haces un lío y esto acaba en una tragedia.

Verás que tienes opciones en diferentes zonas de la ciudad y adaptadas a todos los bolsillos, teniendo en cuenta que hablamos de una de las capitales más exclusivas del mundo, claro.

Lo que sí vas a encontrar en todos es un denominador común: el romanticismo y el encanto que se respira en cada uno de ellos.

Si eliges además un hotel con historia, seguro que te encantará conocer los amores y desamores que ocurrieron en sus pasillos y jardines.

Pues eso, que por algo París es la ciudad del amor.

Por calles como esta, en Montmartre, París se considera la capital mundial del amor.

#8 Por Moulin Rouge

Aquí la cosa se sube un pelín de tono para abanderar el amor libre en espacios como el Moulin Rouge, un antiguo cabaret de finales del siglo XIX situado en el barrio de Pigalle.

Este lugar es la meca de la fiesta de la noche parisina y conocida y reconocida por el French Cancan. Actualmente se ofrece un espectáculo titulado Fériee lleno de plumas, brillos y lentejuelas que os dejarán deslumbrados sin lugar a dudas.

Además de disfrutar espectáculo tienes la posibilidad de reservar una buena cena; todo ello regado, por supuesto, con buen champán francés.

Aquí ponemos fin a este pequeño tour por Paris, la ciudad del amor y de taaantas otras cosas como hemos visto. Llegados a este punto estamos en el deber de recomendarte que no esperes a febrero para celebrar el amor, porque los 365 días del año son buenos para tal hazaña.

Y si es en París, pues mucho mejor.

¡Feliz viaje!